La casa de Sri Advaita Acarya es muy significativa porque Srila Prabhupada la visito varias veces para orar por el empoderamiento para esparcir la Conciencia de Krsna en occidente.
Durante 1940 y los años 50’s, el pujari siempre notaba que un devoto grhastha Bengali solía venir al templo regularmente y solo. El vestía un khadi dhoti blanco y una kurta se sentaba al fondo del mandira sin hablar, siempre cantando Hari-nama en su mala, callado y absorto.
El acostumbraba venir los fines de semana, cada mes o dos. Después de cantar por varias horas y antes de irse siempre le agradecía al pujari.
Al ver que su devoción era solitaria, el pujari nunca lo molestaba y notaba que mientras cantaba, sus ojos se llenaban de lágrimas y su voz se quebraba.
Después el pujari noto que no regreso por un largo tiempo, pero recuerda que en agosto de 1965, vio a un Sannyasi de color asafrán sentarse al fondo del mandira.
El pujari lo reconoció y vio que era la persona que visitaba el mandira anteriormente. El se sentó por un largo tiempo a cantar Hare Krsna y noto que estaba llorando aún más que antes mientras cantaba el santo nombre.
Finalmente, cuando llego la tarde, ofrecío sus dandavats-pranams por un largo tiempo y cuando se levanto, fue con el pujari y le agradeció por su seva a Adveita Acarya en Advaita Bhavan.
El pujari le pregunto, -¿Quién eres tú? Te recuerdo de hace tiempo-. Y él contestó: -Mi nombre es Abhaya Caranaravinda, Bhaktivedanta Swami Maharaja. Yo soy un desafortunado discípulo de Su Divina Gracia Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakur, Srila Prabhupada, mi divino maestro. He venido aquí por mucho tiempo porque mi Gurudeva me ha dado una misión imposible. Su deseo era que yo cruce el océano hacia los países occidentales y esparza las sublimes enseñanzas de Sri Caitanya Mahaprabhu. No sé cómo esta misión será muy exitosa. Así que yo he venido aquí, a la casa de Advaita Acarya, donde Nityananda Prabhu y Sri Caitanya Mahaprabhu se reunían para planear el movimiento de sankirtan. Fue aquí donde ellos comenzaron la inundación de amor por Dios que arrasó con India y otros países hasta este día de hoy. Así que he estado orando muy fuerte para que me den su misericordia y de alguna manera ellos me apoderen y me guíen. Quiero satisfacer el deseo de mi Gurudeva, pero me siento descalificado para hacer esto-.
Mientras hablaba con el pujari, vio que lagrimas caían de sus mejillas otra vez.
Prabhupada continuó. -Mañana me voy a Calcota para irme en un barco a través del océano hacia América. No se que me depare ahí, pero estoy orando muy fuerte para que me ayude-.
Después el muy humildemente le pidió al pujari le otorgara sus bendiciones.
Unos años después el pujari comenzó a notar, por primera vez, Vaisnavas blancos venir a Advaita Bhavan. Ellos usaban dhotis y saris y cantaban en tulasi-mala. El pujari nunca hablo con ninguno de ellos, pero alguien de ellos le dio una revista “Back to Godhead” de América.
Mientras el pujari veía la revista, vio una pintura de Srila Prabhupada que decía “Fundador Acarya quien trajo la Conciencia de Krsna a Occidente. Era una foto de su viejo amigo, Bhaktivedanta Swami, quien había venido a orar muchas veces antes.
Luego el realizó que había logrado esa imposible misión de su Gurudeva. El vio que de hecho él lo había logrado solo y sin ninguna pretensión, y que había logrado este glorioso milagro en contra de todo.
(Nuestro Srila Prabhupada, un amigo para todos).
Mulaprakrti Devi Dasi.
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