miércoles, 20 de julio de 2011

La Visita de Janaka Maharaja

Maharaja Janaka es el padre de Sita Devi y un gran devoto del Señor Ramacandra. Se describe en el Srimad Bhagavatam (6.3.20) que él es una de las doce grandes autoridades de los principios religiosos de este universo. La siguiente historia del Padma Purana (patalakhanda 18.31-77) de cómo Maharaja Janaka una vez visito el infierno ilustra la potencia suprema de el santo nombre y de la asociación con las personalidades santas.

El Señor Ananta Sesa una vez narró la maravillosa historia de cómo el Rey Janaka visito el reino de Yamaraja, después de una larga vida. Maharaja Janaka dejó el cuerpo a través del proceso de yoga. Un aeroplano divino decorado con muchas campanas descendió y Maharaja Janaka lo abordó. En el camino el aeroplano pasó cerca del reino de Yamaraja, el señor de la muerte. Ahí, había pecadores sufriendo castigos en millones de infiernos. Cuando el viento que había tocado el cuerpo de Janaka llego a ellos, sintieron una gran alegría y su miseria desapareció. Entonces aquellas personas, oprimidas por pecados, deseosos de mantener la asociación de Janaka, comenzaron a lamentarse. Con mucha aflicción comenzaron a hablarle a Maharaja Janaka, “¡Oh bendito! Por favor no nos abandones. Nosotros que somos enormemente atormentados nos sentimos felices debido al contacto con la brisa que ha tocado tu cuerpo.

Escuchando sus palabras, el honrado rey, se llenó de lastima, meditando “Si debido al contacto con la briza que ha tocado mi cuerpo estoy brindando algo de felicidad a los residentes de este lugar, entonces me quedare. Esto para mi es el cielo”

Pensando de esta manera, el rey se quedo a la entrada al infierno.

Después de un tiempo, Yamaraja mismo, quien inflige tormentos severos a los pecadores, llegó a la entrada y vio a Maharaja Janaka, lleno de misericordia, parado a un lado de la entrada.

Yamaraja le sonrío a Janaka, “¡Oh rey! Tú eres “sarva-dharma-siromani” la mas elevada joya de piedad. ¿Por qué has venido aquí? Este es un lugar para pecadores malvados que le causan daño a otros. Hombres como tú, que ejecutan acciones piadosas, no vienen a este lugar. Solo aquellas personas, que engañan a otros, que están empeñados en criticar a otros, y que están dedicados a robar las riquezas de otros, ellos vienen aquí. Un hombre que abandona a una esposa religiosa, que lo sirve sin faltas, viene aquí. Aquel que, por codicia a la riqueza, engaña a sus amigos, viene aquí y recibe castigo intenso de mi parte.”

Yamaraja entonces dijo, “Aquellas personas que no recuerdan al Señor Ramacandra en su mente, palabras y acciones, los arrojo al infierno y los hago hervir. Aquellos que recuerdan al Señor de la Diosa de la fortuna, abandonan los sufrimientos del infierno y se van rápidamente a Vaikuntha.”

“Oh muy inteligente rey, mis sirvientes, incapaces de siquiera ver a una persona como tú, traen a aquellos que son grandes pecadores. Por lo tanto deberías abandonar este lugar e ir a disfrutar de los muchos placeres. Entra en el excelente aeroplano y ve a arrancar los frutos de los meritos religiosos que te has ganado.”

Escuchando las palabras de Yamaraja, con gran compasión Janaka contestó, “Oh Señor, por piedad a estos seres no me iré a Vaikuntha. Aunque situados en este lugar, ellos sienten algún confort a causa de la briza que soplan por mi cuerpo. Si tu liberas a todas estas personas viviendo en el infierno, entonces estaré feliz y procederé ir a Vaikuntha.”

Escuchando las palabras de Janaka, Yamaraja le señalo a cada uno viviendo en el infierno y dijo:

“Este, tuvo sexo con la esposa de su amigo quien confiaba en el, por eso haré que lo rosticen en una plancha de metal por miles de años. Después nacerá como cerdo. Luego cuando nazca de nuevo en un cuerpo de humano, será un eunuco. Este aquí, violó repetidamente a la mujer de otro hombre. Por eso el se quemará en el infierno conocido como raurava por cien años. Este malvado de aquí, robó las riquezas de otros y las disfrutó. Por lo tanto, teniendo sus manos cortadas, lo cocinaré en pus y sangre. Este no honro ni le dio la bienvenida, ni con palabras, a un invitado que había acudido a él oprimido por el hambre. El será arrojado al infierno tamisra, el cual está lleno de fuego. Ahí, abejas lo atormentaran por cien años.”

ayam tavam parasyoccair nindam kurvanna lajjitah

ayam apyasrnot karnau prerayan bahusasta tam


“Esta persona desvergonzada, critico en voz alta a otro. Este de aca, con gran interés, escucho a ese crítico repetidas veces. Por esto, los dos han caído en un poso obscuro”.


“Este, que engaño a su amigo, está siendo rostizado en el infierno conocido como raurava. Después de hacer que todas estas personas coman el fruto de sus pecados, los liberaré. Oh tu el mejor entre los hombres, que has acumulado inmensas cantidades de meritos religiosos, por favor abandona este lugar.”


Habiendo señalado a las personas pecaminosas, Yamaraja se torno silencioso. Con sus ojos llenos de lagrimas, Janaka, el gran devoto del Señor Rama, dijo, “Dime, ¿Cómo pueden estos seres miserables ser liberados del infierno y rápidamente obtener la felicidad?”

Yamaraja contestó, “Estas personas nunca han adorado al Señor Visnu. Nunca han escuchado las explicaciones tracendentales de los pasatiempos del Señor. ¿Cómo pueden ser liberados del infierno? Oh gran rey, si tu deseas liberarlos, aunque sean grandes pecadores, entonces entrégales el siguiente merito religioso que posees: Una vez, al levantarte en la mañana, meditaste con corazón puro en el Señor Raghunatha [Ramachandra], que es conocido como “maha-papa-harabhidhah” el removedor de grandes pecados. Dales el merito religioso que obtuviste esa mañana, cuando con corazón puro tu pronunciaste, “Rama, Rama.” Al obtener ese merito, obtendrán su libertad.”


Al escuchar las palabras del inteligente Yamaraja, el gran rey Janaka le dio a esas personas el merito religioso obtenido al nacer. Janaka dijo, “Que estas personas sean dejadas en libertad, por el merito religioso que obtuve al nacer, por adorar a Raghunath.”


Tan pronto como dijo esto, aquellas personas que estaban en el infierno inmediatamente fueron liberadas de su condición sufriente y obtuvieron cuerpos divinos. Ellos le dijeron al rey Janaka, “Oh rey, por tu gracia en un momento hemos sido liberados del miserable infierno y ahora iremos a la posición más elevada, “paramam padam


Viendo a aquellas ahora-refulgentes personas liberarse del infierno, Maharaja Janaka, quien deseaba el bien para todas las entidades vivientes, estaba muy complacido en su mente. Todas esas personas alabaron al gran rey Janaka, la bóveda de la compasión, y fueron al mundo espiritual.

Translated from the Navabharat Publishers edition of Padma Puräëa, Calcutta, 1402 jyeñöha. Sri Krishna Kathambrita Bindu , Gopal Giu Pubication. Edición en español por Sri Krsna Arjuna Sankirtana Yatra. Sri Isodyan Press. 2011. México.


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